jueves, 22 de agosto de 2013

La gracia del biomagnetismo medicinal

La causa directa de toda enfermedad es la acidez y el biomagnetismo neutraliza la acidez, en cualquier punto del cuerpo, no sólo la acidez estomacal, como lo hacen los antiácidos corrientes. Por tanto, la expectativa para sanar es iniciar un tratamiento con esta terapia, indistintamente (o recomendablemente- según caso) de otras terapias, excepto radio o quimioterapia. Sanar ya es fácil y sin medicamentos (en una amplia variedad de casos). Ver más detalles en este mismo blog (Octubre 2012).
En los tiempos actuales, sobre todo en las ciudades, es casi imposible evitar la acidez, está en el aire, en los alimentos (fuertemente en los alimentos procesados), en los hábitos, en el estrés. De modo que la enfermedad tiene causa previa a una infección bacterial, por ejemplo. Al parecer, el desequilibrio ácido-base se estimula en una infección, por lo que el biomagnetismo tiene aplicación tanto en un sentido preventivo como curativo, al justamente neutralizar este desequilibrio. Una infección retrocede rápidamente al aplicar la terapia, al modificar el entorno de un microorganismo o un virus. El retorno a un pH normal, (en torno a 7,2), deja a la salud queda en manos- de nuevo- del sistema inmune, que opera rápidamente, "limpiando" la zona afectada.

Grupo sanguíneo y la alimentación

Según los investigadores James y Peter D'Adamo, la buena o mala asimilación de los alimentos está condicionada por nuestro grupo sanguíneo.

Hasta el punto de que en cada grupo -A, B, AB y O- hay alimentos que son perjudiciales, otros beneficiosos y otros neutros. Es más, aseguran que muchas enfermedades pueden deberse al mero consumo de alimentos no adecuados para nuestro grupo sanguíneo. Otros, en cambio, nos ayudarían a sanar. Incluso afirman que en ello está la razón de que muchas personas no consigan adelgazar cuando se ponen a dieta.